Los versos acortan distancias, continén y conocimientos, nos muestra la cultura de otros idiomas, simplemente belissiomo el trabajo de este poeta que acabo de conocer sus textos y biografía.
Enhorabuena al poeta Mariano Valverde, que sus sueños nos lleven en el soneto de sus versos.
Leandro Campos Alves
Septiembre de 2017.
LA ATLÁNTIDA
La voz de los atlantes
busca su eco en nuestra época
para advertirnos cómo nace un mito
cuando el fragor del tiempo
y su espíritu caníbal
sucede a la memoria de los hombres.
Nadie sabe por qué son parte del pasado.
Tal vez supiesen mucho
sobre la soledad de los humildes
ante el poder terrible de la envidia,
o de la tiranía que encarna la ambición
y los brillos metálicos del cielo.
O quizá fuesen víctimas de la terca soberbia
de las fuerzas ocultas de la tierra.
Para todos los que nos preguntamos
sobre la verdadera existencia de la Atlántida,
las dudas van creciendo
con la sangre que nutre las palabras
desde los tejados de Tarsis,
las páginas lejanas de la biblia,
o los sabios escritos de Platón.
Tal vez en el futuro
el concepto de pueblo ya desaparecido
se irise con las luces
de las ciencias arqueológicas.
Hoy, la certeza sobre su existencia
es una línea tan ambigua
como la que traza la duda,
y ambas se complementan para desorientarnos.
Cada vez que pisemos la arena de una playa
y recojamos de su seno
caracolas de orígenes ignotos,
preguntaremos a la brisa
que circule por ellas
si existió la Atlántida,
si es un mito poético
o una remota fábula
del inconsciente colectivo.
No obtendremos respuesta,
y pensaremos,
irremediablemente,
en el final posible de los nuestros.
OTRA REALIDAD
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
EL DESEO O LA LUZ
Entre las sombras tétricas descubro
la luz y el claro signo que me ofreces
como dádiva tierna. Nace en mí
la fuerza necesaria para verme
esbozado en colores de osadía
sobre el lienzo del tiempo. Con escalas
de besos y esperanza somos prófugos
de la existencia, dos alientos libres
que descubren la tierra desde el cielo
flotando con el aire que da vida
y son completamente. Comparamos
la luna de los sueños con el lápiz
que traza los senderos del futuro.
Convertimos los días en mirada
perdida entre las sábanas del alba.
Somos briznas de hierba en el desierto,
la raíz del destino, o sólo seres
buscando el pergamino que describe
cómo son los secretos de la vida.
Somos luz o deseo en un momento
de piel en llama cerca de las horas
que olvidan el invierno tras las manos.
Y lo demás,si existe, no nos falta.
(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia.)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
LOS LABERINTOS DE MINOS
Detrás de cada sueño
descubrimos los laberintos
que construyó Minos en Creta
como premonición del desencanto.
Esconden un toro de muerte
entre sus callejuelas
que espera nuestra sangre
igual que un asesino de la realidad.
Mientras somos la fábula
de un comediante iluso,
los sueños, en su hermoso recorrido,
dejan un horizonte de futuro
entregado a la vida que quisiéramos ver.
Y después, despertamos
como elegías de una imagen vieja,
resignados a ser los inquilinos
de una vida prestada,
prisioneros del tiempo
en la realidad que nos pinta el azar.
A pesar de saberlo,
volvemos a las calles señaladas
por el signo de quien amó los sueños
porque así pensaba que eludía
los límites concretos de la fatalidad.
No nos queda otra forma
de salir de los laberintos
que condicionan nuestro caminar.
OTRA REALIDAD
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
LOS LABERINTOS DE MINOS
Detrás de cada sueño
descubrimos los laberintos
que construyó Minos en Creta
como premonición del desencanto.
Esconden un toro de muerte
entre sus callejuelas
que espera nuestra sangre
igual que un asesino de la realidad.
Mientras somos la fábula
de un comediante iluso,
los sueños, en su hermoso recorrido,
dejan un horizonte de futuro
entregado a la vida que quisiéramos ver.
Y después, despertamos
como elegías de una imagen vieja,
resignados a ser los inquilinos
de una vida prestada,
prisioneros del tiempo
en la realidad que nos pinta el azar.
A pesar de saberlo,
volvemos a las calles señaladas
por el signo de quien amó los sueños
porque así pensaba que eludía
los límites concretos de la fatalidad.
No nos queda otra forma
de salir de los laberintos
que condicionan nuestro caminar.
OTRA REALIDAD
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
LA AVENTURA DE ÍCARO
Ícaro alzó el vuelo mientras se preguntaba
en qué viejo paraje del espacio
residían los años de aventura,
los anagramas libres de la palabra tiempo
y la verdad de la existencia.
Desde el aire buscó
en qué esquina del cielo
se celebraban cultos a la vida soñada.
Voló tan alto como pudo
hasta que el sol fundió la cera de sus alas
y el mar recibió su último latido.
Fue demasiado tarde para rectificar
de su terrible error.
En el aire quedaron todas sus ilusiones:
la ambición de ser diferente,
llegar a lo más alto,
saber más que su padre.
Desapareció bajo las aguas del océano
la imprudencia del joven
que retó a las leyes del cosmos
para buscar la cuna
donde habita el origen de la felicidad.
Y aunque su loca luz acabó siendo
semejante a la noche eterna,
perduran sus secuelas en los hombres
como fatales formas de atenuar
los gravámenes de la muerte
y la impostura del silencio.
OTRA REALIDAD
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
LOS ÚLTIMOS DÍAS DE DÉDALO
Tras la muerte de su hijo Ícaro,
Dédalo envejeció con la certeza
de que nada sería ya como antes.
Por más que construyera grandes templos,
ningún dios sería piadoso con su alma.
Él fabricó las alas
con las que su hijo puso el final a su vida
al querer conseguir el dorado del sol.
Para nada sirvieron sus consejos:
«nunca vueles muy bajo
porque te alcanzarán las olas traicioneras,
ni demasiado alto o el sol derretirá
la cera de tus alas y caerás al suelo».
Cada noche, una luna alada y herida
se refugiaba en los campos estelares
buscando su infinita oscuridad.
Dédalo la perseguía con sus ojos,
abandonaba su cuerpo bajo las huellas del calzado
e intentaba seguir el mismo rumbo.
Condensaba en su alma la inmensidad oscura,
el reflejo del caos y la amarga tristeza
de sentirse culpable. Notaba en sus arterias
esa terrible herida de la sombra
que provoca la huida del cuerpo entre tinieblas
hacia el mar lobulado de la noche.
No había nada que lo ilusionase.
Nada con lo que poder dar presencia
a la imagen de su hijo.
Nada que le trajese una esperanza
tras los pasos perdidos del camino.
Ya no existía aliento con el que consolar
la negra turbación de su fracaso,
la desesperación
que crecía con cada instante
bajo los pliegues de su piel.
Una memoria llena de ácidas soledades
se diluía en su pensamiento
portando los recuerdos
de todo lo que no pudo enseñar.
Todo lo que aprendió en la vida
para facilitar los pasos de su vástago,
se perdería para siempre
con las cenizas yermas de su cuerpo.
Con ese sentimiento dejó el mundo.
Pero la muerte quiso que su voz perdurase
con la sabiduría del dolor
para advertir a todos los que emprendan el vuelo
que no lo hagan ni muy alto ni muy bajo.
Y que escuchen la voz de sus progenitores.
OTRA REALIDAD
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
DATOS BIBLIOGRÁFICOS DE MARIANO VALVERDE RUIZ
Mariano Valverde Ruiz (Lorca, Murcia, 1958). Profesor de enseñanza primaria.
Publicaciones:
-Esquirlas de carne (Poesía. Espartaria 1999)
-Tierra de papel (Poesía. Ayuntamiento de Lorca 1999)
-Ahora que me deja la vida (Poesía. Ayuntamiento de Lorca 1999)
-El deseo o la luz (Poesía. Universidad de Murcia 2004)
-El fuego del instinto (Poesía. Ed. Vitruvio. Madrid 2006)
-Las sombras del paraíso (Relatos. Ed. Círculo Rijo 2015)
-La campana de Altobordo (Relato dentro deLa fuente del oro, Espartaria 2003)
-Terror en el Óvalo (Relato dentro de La ciudad de los escudos, Espartaria)
-Un cuento para Irene (Cuento dentro de Un cuento para Irene, Círculo Rojo 2016)
Colaboraciones:
Revista Vivir en Lorca (España)
Revista Abaniko (España)
Revista Baquiana (Miami, Estados Unidos)
Premios:
-Accésit Premio de poesía Dionisia García-Universidad de Murcia 2004
Contacto:
Facebook: Mariano Valverde Ruiz
Blogger: marianovalverdeautor.blogspot.com
Fuente:marianovalverdeautor.blogpot